© Ignacio Marín
personas atendidas en España
kilos de alimentos repartidos
atenciones psicológicas
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Enfrentarnos a la pandemia de la COVID-19 está siendo un reto para toda la ciudadanía y también para Médicos del Mundo, como organización médico-humanitaria que somos. En cuanto se declaró la emergencia, reorganizamos todo nuestro trabajo para adaptarnos a la nueva situación, siguiendo estrictamente las instrucciones de las autoridades y a la vez tratando de facilitar la atención mínima que requerían las personas que nos necesitaban, muchas de ellas viviendo en condiciones muy frágiles aquí en España.
Hemos trabajado en siete hospitales de la red pública, el más grande, el Gregorio Marañón en Madrid, fue el primero. Luego vino el de Fuenlabrada, el Severo Ochoa de Leganés, el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, el de El Escorial y los de media estancia de Fuenfría y Guadarrama, todos en Madrid, la comunidad más afectada por la pandemia. El objetivo, reducir los contagios y proteger la salud de los profesionales de la salud, el colectivo más afectado por la covid-19.
En el primer proyecto, aportamos un equipo experto de 15 personas que trabajó codo a codo con el personal del hospital Gregorio Marañón y así mejorar todo lo relacionado con los protocolos de prevención y control de infecciones, conocidos como IPC. También organizamos la atención de las 65 nuevas plazas habilitadas en la carpa instalada con apoyo del Ejército de Tierra en el exterior del centro.
Se formó a unos 2.200 profesionales en aspectos epidemiológicos y de gestión y se diseñaron y señalizaron 54 circuitos (zonas roja, verde y amarilla). Además, se realizaron 177 sesiones de asesoramiento.
Se demostró que la intervención de la organización redujo la infección nosocomial y contribuyó a la recuperación temprana de la actividad hospitalaria para patologías no covid.
Miles de familias que sobrevivían gracias a la economía informal o que ocupaban los empleos más precarios se encontraron de la noche a la mañana con que no conseguían llevar comida a la mesa a diario. Así que, por primera vez en nuestra historia, decidimos repartir alimentos. En menos de un año, distribuimos 125.000 kilos de comida, 72.000 mascarillas, 10.000 kits de higiene y realizamos 800 entregas de medicamentos. Y más de 1.000 personas mejoraron su vida gracias a las ayudas económicas directas que gestionamos y al alojamiento que proporcionamos. En total, entre marzo y diciembre de 2020, atendimos a más de 20.000 personas de 116 nacionalidades.
Hemos mantenido nuestra atención a más de 1.000 personas sin hogar o aquellas que viven en asentamientos chabolistas en las ciudades de Valencia, Granada, Sevilla, Almería, Melilla y Palma, a las que después incorporamos Albacete y Almendralejo (Badajoz).
Hemos ofrecido atención telefónica en 10 idiomas: queríamos llegar con mensajes clave sobre cómo prevenir la pandemia a personas que tienen problemas para seguir los medios de comunicación tradicionales, bien porque no hablan bien castellano o también porque sabíamos que era clave combatir los bulos y trasladar información fiable.
Hemos incorporado el apoyo psicológico en nuestra actividad, respondiendo a más de 2.400 consultas telefónicas.
Hemos atendido a más de 12.000 personas en dificultad por todo el país y hemos formado a más de 350 profesionales sanitarios.
También hemos proporcionado apoyo económico y alojamiento por situación de emergencia extrema a 450 personas.
Hemos contribuido a prevenir contagios en 40 residencias de personas mayores, organizando sus espacios para evitar la entrada y propagación del virus y formando a sus equipos, muy comprometidos, pero a veces con escasos recursos, sobre todo en los entornos rurales. Como resultado, más de 1.200 profesionales, desde gerontocultoras a personal de limpieza, están ya formadas en la lucha contra la covid-19.
El 92% de las residencias de mayores con las que hemos trabajado -en Castilla-La Mancha y Castilla y León- han puesto en marcha las medidas recomendadas.
Actualmente, desde Médicos del Mundo estamos llevando a cabo las siguientes acciones en residencias de personas mayores:
Hay que ser conscientes de que, dentro de esta crisis mundial, ocupamos un lugar privilegiado. Estamos pasando una epidemia en un lugar organizado, con recursos, pero hay millones de personas que han pasado otras más letales sin apenas medios sanitarios y con estados de gran fragilidad.
En Médicos del Mundo, desde el inicio de esta pandemia, nunca hemos dejado de apoyar a todos los países donde trabajamos, cuyos sistemas de salud están en condiciones muy precarias y las comunidades son extremadamente vulnerables. La situación sería especialmente grave para pacientes con VIH y tuberculosis, así como para quienes sufren malnutrición, para los que el Covid19 podría llegar a ser fatal. La covid-19 llega a estos países sumándose en muchas ocasiones a crisis humanitarias, sequías, conflictos políticos y a la escasez crónica de recursos.
Centramos nuestros esfuerzos en la preparación de planes de contingencia para dar la mejor respuesta a esta pandemia, mejorando la dotación de los centros de salud, apoyando la implementación de protocolos de PCI, el manejo de casos y la gestión de residuos, fortaleciendo las capacidades del personal de salud y del sistema en su conjunto.
Es preocupante la situación en las fronteras entre Siria y Turquía, y Turquía y Grecia, puesto que los últimos desplazamientos de población, que se agolpa en pésimas condiciones de salubridad, no auguran buenas noticias.
Descarga el informe «Global Response Plan to Covid-19» para conocer el trabajo que ha realizado nuestra organización a nivel internacional o accede aquí (en inglés):
