El combustible se ha agotado en Gaza

El lunes 13 de noviembre de 2023, la agencia de Naciones Unidas para las personas refugiadas palestinas (UNRWA) y la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitarios (OCHA) anunciaron que sus últimas reservas de fuel se habían agotado, lo que imposibilita la respuesta humanitaria y acelera la actual catástrofe humanitaria hasta límites inimaginables.

Los hospitales y las instalaciones sanitarias, ya gravemente paralizados, y en muchos casos asediados y bajo fuego constante, están abocados a una disfunción total, incapaces de prestar servicios médicos básicos a pacientes gravemente enfermos y heridos. Sin combustible, las muertes evitables y el sufrimiento de la población se disparará.

Las dos plantas de distribución de agua que aún operaban, dejarán de funcionar en las próximas horas, dejando a 2,2 millones de personas sin agua potable. Esto es un castigo colectivo y una violación de derechos humanos básicos, además de un desastre inminente para la salud pública, entre otros motivos porque los residuos y aguas residuales no se pueden recoger y tratar. La población de Gaza, que ya está soportando penurias insoportables, se enfrenta ahora a una escalada colosal de riesgos para la salud, incluyendo brotes acelerados de enfermedades transmitidas por el agua.

Sin combustible, los pocos camiones de ayuda que habían llegado en las últimas semanas -la única línea de vida que le quedaba a Gaza para distribuir suministros vitales- están completamente inmovilizados.

Además, sin combustible para los generadores de energía de telecomunicaciones, esperamos otro apagón total de las comunicaciones, cortando las comunicaciones con los colegas humanitarios sin saber cuándo podrán reanudarse.

Las organizaciones humanitarias ya se han visto obligadas a priorizar el uso de combustible para abastecer a los hospitales o facilitar el acceso al agua. Pronto no será posible ni lo uno ni lo otro.

Instamos a todas las partes a que reconozcan y cumplan las obligaciones que les impone el derecho internacional. Esto incluye el deber de asegurar la provisión de asistencia humanitaria y la protección de los derechos de los civiles en las zonas de conflicto. La decisión del gobierno de Israel de retener y restringir la electricidad, el agua, Internet, las conexiones telefónicas y, sobre todo, el combustible, constituye una violación de estas obligaciones.

La comunidad internacional debe actuar de forma colectiva y decisiva para garantizar el flujo ininterrumpido de ayuda y del combustible necesario para suministrarla, salvaguardando la dignidad y los derechos de todos los civiles afectados. Estos impedimentos a una respuesta de ayuda crítica y basada en principios son políticos y deben abordarse mediante la diplomacia urgente. Es necesaria una acción inmediata y decisiva para evitar un completo colapso humanitario en Gaza. 

*La Asociación de Agencias Internacionales de Desarrollo (AIDA), es el principal paraguas de las organizaciones no gubernamentales internacionales que trabajan en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO). AIDA es un órgano de afiliación y un foro de coordinación que representa a más de 80 organizaciones internacionales no gubernamentales y sin ánimo de lucro que trabajan en los Territorios Palestinos Ocupados.

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