El apoyo psicológico a las víctimas del terremoto en Marruecos es esencial

La misión de evaluación organizada por los equipos de Médicos del Mundo y sus socios locales se desarrolla desde hace varios días en Marrakech y en los pueblos más afectados por el terremoto del 9 de septiembre. Su objetivo es evaluar las necesidades psicosociales de la población, al mismo tiempo que proporciona una respuesta directa para empezar a trabajar sobre las consecuencias del desastre. Mientras los socios locales responden a las necesidades básicas (alimentación, alojamiento, higiene, seguridad, etc.), los equipos de Médicos del Mundo les apoyan con las necesidades psicológicas en situaciones de emergencia.

“Ayer estábamos en un pueblo con nuestros socios que distribuían alimentos, mantas y kits de higiene. Pensábamos que tendríamos que sensibilizar a los aldeanos para abordar el problema de la salud mental, pero rápidamente se formó una cola delante de nuestra tienda: la gente es consciente de su estado psicológico y quiere trabajar en ello”, explica Majdouline Khoulaidi, responsable de salud mental. y apoyo psicosocial en la misión de evaluación de Médicos del Mundo.

Los equipos de Médicos del Mundo forman, entre otros, a profesionales del sector social y a psicólogos no especializados en la atención psicológica en situaciones de emergencia, para responder a preguntas como: ¿Qué se puede hacer para reducir estos síntomas? ¿Es normal sentirse así? ¿Cuánto tiempo tardaré en mejorar? ¿Cuándo volverá mi hijo a comportarse normalmente? La formación también se dirige a los profesores que se enfrentan a situaciones inusuales en clase cuando los niños regresan a la escuela: niños que se aíslan del resto del grupo, que se encierran en el silencio o que se muestran agresivos.

Las intervenciones de salud mental en situaciones de emergencia implican escuchar activamente y explicar los síntomas: implica hacer que las víctimas comprendan que lo que sienten es “normal”. Están ansiosas, tienen trastornos alimentarios o del sueño, se irritan rápidamente, tienen pesadillas… Escucharlas activamente y explicarles los síntomas ayuda a tranquilizarlas.

Incluso si comienza con una buena intención, hay que contenerse emocionalmente y, por ejemplo, evitar llorar con la persona o evitar hacer preguntas que ‘retraumaticen’, explica Majdouline Khoulaidi. Por ejemplo, si una persona se queja de alteraciones del sueño, se recomiendan ejercicios de respiración o, en caso de síntomas observados en niños, se explica a los padres la importancia de la rutina. Aunque la familia esté en la calle, a veces, aunque no tengan una tienda de campaña donde refugiarse, es importante mantener los horarios de dormir, de jugar… esto ayuda a contener el nivel de ansiedad y evitar que los estados emocionales se deterioren. Majdouline Khoulaidi explica: vemos a niños de 10 años retrocediendo, mojando la cama de nuevo o a niños de 12, 13 o 14 años que muestran un hiper apego a su madre… También vemos un mutismo selectivo en el que el niño no quiere hablar con más de una sola persona, o incluso sobre el comportamiento agresivo de los niños hacia sus propios padres.

El estado de estrés agudo es, por tanto, normal y puede durar hasta 4 semanas, tras un episodio como el terremoto que azotó Marruecos. Pero tratarlo es una necesidad ahora, de lo contrario existe el riesgo de que se desarrollen síntomas más intensos de estrés postraumático que requerirán un tratamiento mucho más prolongado. Dependiendo de los antecedentes de la persona, será necesario un seguimiento psicológico durante al menos un año, después de la fase de emergencia. Para las personas que ya se encontraban en situaciones de gran vulnerabilidad antes del terremoto y que, por tanto, padecen síntomas más graves, el apoyo psicosocial llevará más tiempo.

Y Majdouline Khoulaidi añade una nota optimista: hay que subrayar la gran capacidad de resiliencia de la población, ya sean hombres, mujeres, niñas o niños, pero también la gran solidaridad puesta en práctica por las víctimas para apoyarse mutuamente.

“Es necesario subrayar la gran capacidad de resiliencia de la población, ya sean hombres, mujeres o niños, pero también la gran solidaridad puesta en práctica por las víctimas para apoyarse mutuamente”. 

Dona ahora para ayudar a la población afectada.. La actuación inmediata salva vidas.