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CASI dos MILLONES DE PERSONAS DESPLAZADAS EN BURKINA FASO

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Casi una de cada diez personas en Burkina Faso se han visto forzadas a desplazarse de sus hogares.

© Foto libre

28 organizaciones internacionales que trabajamos en Burkina Faso advertimos sobre la grave situación de emergencia alimentaria por la que atraviesa el país.

Casi una de cada diez personas en Burkina Faso se han visto forzadas a desplazarse de sus hogares. La tasa de inseguridad alimentaria severa casi se ha duplicado en comparación con el año pasado, con más de 600.000 personas en situación de emergencia por hambre durante esta época de escasez, advertimos 28 organizaciones internacionales que trabajamos en el país. Se necesita un aumento urgente de la financiación de la ayuda humanitaria para responder a la situación actual.

«Con demasiada frecuencia, el desplazamiento y el hambre vienen como un golpe doble«, apunta Hassane Hamadou, coordinador del Consejo Noruego para los Refugiados en el país. «Las personas obligadas a desplazarse han dejado atrás sus campos y su ganado. Muchas familias desplazadas cuentan que han reducido a una comida al día para que los niños puedan comer dos veces. Las recientes oleadas de desplazamientos no hacen sino aumentar la urgencia de actuar».

La multiplicación de los ataques violentos ha llevado a más personas a huir entre enero y julio de 2022 que durante todo el año 2021. Mientras tanto, los grandes desplazamientos son cada vez más frecuentes. Cuatro años después de su inicio, la crisis de desplazamiento en Burkina Faso sigue siendo una de las tres de más rápido crecimiento en el mundo.  

«Ahora vemos que cada vez más personas se ven obligadas a huir no de sus ciudades de origen, sino de los lugares en los que ya se habían refugiado anteriormente», dice el director de Humanidad e Inclusión en Burkina Faso, Philippe Allard. «Cada nuevo desplazamiento aumenta su vulnerabilidad y merma sus recursos y su salud mental», añade.

«Para los niños, que constituyen la mayoría de los desplazados, dejar atrás su hogar ya es suficientemente traumático, pero tener que huir una y otra vez mientras intentan sobrevivir priva a las familias de cualquier posibilidad de reconstruir sus vidas«, apunta el director de Save the Children en el país, Benoit Delsarte.

Ousmane, de 15 años, es uno de los muchos niños que se enfrentan a esta desalentadora incertidumbre: «He sido desplazado dos veces. Todo empezó el día en que unos hombres armados llegaron a mi pueblo y nos dijeron que siguiéramos sus instrucciones o nos fuéramos. Mis padres y yo nos refugiamos primero en un pueblo cercano. Por desgracia, poco después llegaron allí y quemaron escuelas, mercados y tiendas. Nos vimos obligados a huir, de nuevo».

La ciudad de Seytenga, cerca de la frontera con Níger, acogía a más de 12.000 desplazados cuando fue atacada el 11 de junio, matando a decenas de personas. En las horas y días siguientes, más de 30.000 personas huyeron de Seytenga y llegaron a Dori, una ciudad que ya había triplicado su tamaño desde el comienzo de la crisis.

El apoyo colectivo como respuesta a una crisis humanitaria 

A pesar de los inmensos desafíos para proporcionar refugio, agua, atención sanitaria y educación, entre otros servicios esenciales, las comunidades se han unido para apoyarse mutuamente. Pero se necesita más apoyo humanitario.

«Las comunidades de acogida de todo el país han mostrado una notable solidaridad acogiendo a decenas de miles de desplazados, abriendo sus casas y compartiendo sus alimentos durante meses, si no años,» explica desde World Vision Antoine Sanon. «Los esfuerzos de la comunidad internacional para proporcionar asistencia que salve vidas deben estar a la altura del esfuerzo que estas personas están haciendo».  

«Estas comunidades están experimentando una temporada de escasez excepcionalmente difícil debido a la crisis alimentaria resultante, en parte, de la catastrófica temporada agrícola del año pasado«, dijo el Director de País de Oxfam, Omer Kabore. «Los efectos del cambio climático, los desplazamientos masivos y el aumento del coste global de los productos del grano afectan a más de 3,4 millones de burkineses», añade.

Las organizaciones firmantes pedimos un aumento urgente de los recursos financieros. A ocho meses de 2022, la respuesta humanitaria solo alcanza el 36% de la financiación necesaria, a pesar del aumento de las necesidades.

 © José Luis Rod. Programa de desnutrición en Kaya, Burkina Faso, de Médicos del Mundo.

© José Luis Rod. Programa de desnutrición en Kaya, Burkina Faso, de Médicos del Mundo.

Organizaciones firmantes: 

Acción contra el Hambre

ALIMA (Alianza para la Acción Médica Internacional)

Ayuda Cristiana

CECI (Centro de Estudios y Cooperación Internacional)

CIAUD (Comité Internacional de Ayuda y Desarrollo)

Concern Worldwide

Consejo Danés para los Refugiados

COOPI (Cooperazione Internazionale)

Geneva Call

Help

Humanidad e Inclusión

IEDA Relief (Ayuda Internacional de Emergencia y Desarrollo)

INTERSOS

Comité Internacional Rescate

LVIA (Asociación Internacional de Voluntarios Laicos)

Ayuda Mundial Luterana

Médicos del Mundo  

Consejo Noruego para los Refugiados

Oxfam

Plan Internacional

Première Urgence Internationale

Save the Children

Secours Islamique France

Solidaridad Internacional

Terre des Hommes

Visión Mundial

Welthungerhilfe

Enlace a los proyectos de Médicos del Mundo en Burkina Fasso.